En Juan 3:14, nos dice que "es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado"; es decir, levantado en la cruz para morir.
1. Reveló el odio y la ira de Dios, que es Santo y Justo, hacia el pecado
(a) Todos los hombres han pecado contra Dios y merecen ser castigados. "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos
de la Gloria de Dios" (Romanos 3:23).
(b) Dios ha castigado y castiga el pecado en muchas maneras diferentes, pero en la cruz, ¡Su ira fue derramada sobre
su propio Hijo! "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos" (Isaías 53:4). "Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo,
sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y
la voluntad de Jehová será en su mano prosperada" (Isaías 53:10). "Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz,
diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has desamparado?" (mateo 27:46). Cristo fue herido
de Dios y desamparado poruqe llevaba nuestros pecados sobre si mismo en la cruz.
(c) Dios odia y castiga el pecado en cualquier persona. ¿Piensa Ud. que el pecador que no se arrepiente va a escapar?
¡Mil veces NO! Pero Dios considera la muerte de Cristo como el castigo por los pecados de la persona que se arrepiente.
2. Reveló la justicia de Dios.
(a) La muerte de Cristo es el fundamento sobre el cual el Dios Justo y Santo puede perdonar los pecadores sin perder
su justicia. "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado
de todos nosotros" (Isaías 53:6). "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él" (2 Corintios 5:21).
(b) Cristo fue nuestro sustituto. Su muerte pagó las justas demandas de Dios contra los pecadores. Desde que Cristo fue
castigado por nuestros pecados, Dios nos puede perdonar y justificar por medio de la fe.
(c) Sin fe en Cristo el mismo pecador tendrá que sufrir la ira de Dios por sus pecados.